Podríamos decir que nunca bailaba delante de las personas, se sentía torpe e idiota.
Bailar, esa sutil coreografía realizada de sucesivos pasos, en sus pies perdía toda la magia, pero cuando acudía a clase de baile era distinto… no es que allí bailara mejor, decir eso sería totalmente falso, pero su mente se sentía bajo una profunda calma, se sumergía en una dulce paz, salvo unos pequeños minutos antes de entrar al aula, en los que se tenía que parar, coger aire y repetirse mentalmente: aquí venimos todos a aprender, venimos a aprender…
Cruza el umbral de la puerta
La música comienza a sonar, mientras sus torpes pies cobran vida, se funden con la melodía, gira y se desliza como unas notas musicales en un pentagrama, o eso piensa, se siente libre, se deja llevar por su compañero, al que nunca mira a los ojos, perdería toda la magia, dejaría de ser una hoja guiada por el viento para volver a ser simplemente ella.
La música se acelera, los pasos también, las risas se acentúan, mientras ella gira y gira, como las ondas dibujadas al lanzar una piedra al agua, gira y gira…. De repente, frío…
Se ha reflejado en el espejo, se siente gorda, fea y torpe, el peso de cientos de ojos mirándola pesa en sus piernas, aunque solo se esta mirando ella misma, el peor de los críticos.
La música rompe su aturdimiento, ¡no pierdas los pasos!, le dice la profesora desde lejos, 1, 2, 3… 1,2,3 la magia resurge, como el Fénix de sus cenizas, los torpes pasos vuelven a ser firmes y seguros, vuelve a ser una hoja guiada por el viento, lo único que lamenta es su calzado, sus piernas comienzan a molestarla por llevar uno inadecuado, ¡quiero unos zapatos de baile! pero no hay tiempo de pensar en ello, ahora es su momento… gira y gira como las agujas del reloj, ¡que no acabe esta hora¡ se dice sin dejar de girar.
Bailar es una de las cosas más bonitas que pueden hacerse en esta vida, lo reflejas con maestría. Es sentirse uno libre dentro de su cuerpo, siguiendo una armonía y un compás que llegan realmente a fluir desde dentro. Cuando te concentras en bailar, todo tiene sentido, uno se siente parte del universo que gira sin parar como los planetas siguiendo sus órbitas, lejos de todo, es precioso.
ResponderEliminarESCRIBES MUY BIEN y seguro que también bailas estupendamente, ya me enseñarás. Cuando quieras hacemos taller de danza del vientre, que en cuatro años algo aprendí y es muy bonito!
Da igual lo que hagas sea bailar,andar,reir.Tu eres unica y me alegro mucho de formar parte de tu vida.Lo que debes hacer es creer mas en ti porque como digo casi siempre"Hacemos la vida dificil" y tu cada mimiedad la haces dificil.
ResponderEliminarSe valiente con lo que hagas en tu dia a dia y sacaras todo lo que te propongas.Te adoro.Jose
Me encanta bailar.
ResponderEliminarDos veces por semana me levanto de la cama con una energía y una gana diferentes. Sé que después del trabajo iré a clase de baile.
Entonces me levanto, me ducho, me visto, cogo mi mochila de baile y voy a trabajar con una sonrisa, porque sé que en pocas horas me pondré mis zapatos de baile y bailaré bailaré bailaré hasta estar agotada....es lo que más me gusta de la vida junto con la lectura.
leer y bailar, bailar y leer.
en mi blog te aconsejo lecturas muy motivantes.
martina